A la hora de hacer frente a las labores de mantenimiento de equipos e instalaciones, erróneamente muchas personas creen que deben elegir entre realizar unas labores preventivas o correctivas. No piensan que son tareas complementarias y que cualquier empresa de mantenimientos integrales les dirá que apostar solamente por una de ellas puede suponer un problema a la hora de desarrollar su negocio. Por eso, hoy explicamos qué diferencias hay entre el mantenimiento preventivo y correctivo y por qué se deben confiar en ambos y no en uno solo.
La función principal del mantenimiento preventivo es evitar averías en los equipos e instalaciones mediante la realización de pequeñas revisiones. Tareas como la lubricación de piezas, la sustitución de las mismas si presentan desgaste etc. Son unos trabajos que se planifican y se realizan periódicamente.
Por su parte, el mantenimiento correctivo es aquel que se emplea cuando hay una avería sin previo aviso. Por mucho que las labores de revisión funcionen, nunca estamos libres de que un equipo se estropee y haya que repararlo de forma urgente.
Mantenimiento preventivo VS Mantenimiento correctivo
Ahora que ya sabes en qué consiste el mantenimiento preventivo y correctivo sabrás cuáles son las diferencias más evidentes. Como hemos dicho unas líneas más arriba, las labores preventivas se basan en crear una estrategia para evitar fallos en máquina e instalaciones. De esta forma, evitaremos averías graves y costosas, alargaremos la vida útil de los equipo y podremos optimizar recursos.
Por su parte, la diferencia con el correctivo radica en que este último no entra en funcionamiento hasta que se produce una avería. Su misión se basa en vigilar y ante el más mínimo indicio deterioro se sustituye la pieza dañada.
Por su parte, otra de las diferencias entre ambos procesos radica en el uso de las herramientas. La maquinaria preventiva está pensada para labores de vigilancia, además de contar con un personal formado en el análisis de datos. Por su parte si hablamos de la tecnología correctiva, ésta se basa en cambiar las piezas estropeadas por otras nuevas que las sustituyan.
¿Por qué hay que apostar por los dos?
Con la definición de ambos términos cualquier empresa de mantenimiento integral te dirá que ambos sistemas son perfectamente compatibles. De hecho se puede decir que uno es el complemento del otro y viceversa.
Si efectuamos unas labores preventivas con meticulosidad, evitaremos reparaciones inesperadas donde entraría a tomar parte el correctivo. Por eso contratar los servicios de una compañía que nos ayude con este tipo de procedimientos, nos permitirá contar con unas instalaciones y equipamientos que funcionen con la máxima normalidad.